javascript:; IRAES 21 "Iraunkortasuneko Eskolen Sarea 21": Hay alternativas - Doce señales para una nueva etapa (Eduardo Ochoa-Jesus Obrero)
"Iraunkortasunerako Eskola" errekonozitutako Euskadiko ikastetxeen sarea

Red de los centros de Euskadi con el reconocimiento de "Escuela hacia la Sostenibilidad"

2011/11/25

Hay alternativas - Doce señales para una nueva etapa (Eduardo Ochoa-Jesus Obrero)

Eduardo Ochoa de Aspuru (Jesus Obrero-Gasteiz). Bi dokumentu zuekin konpartitzeko:

* HAY ALTERNATIVAS: Una única alternativa que siempre viene a ser lo mismo: recortar salarios (directos, indirectos en forma de gasto social o diferidos como pensiones). Cuando la economía va bien, diciendo que es para que no vaya mal y, cuando va mal, para que vaya bien.
Los autores de este libro, como otros muchos científicos, sabemos que los argumentos que los políticos y los economistas neoliberales dan para justificar lo que proponen son falsos. Sabemos que hay alternativas, que se pueden hacer otras cosas distintas a las que proponen la patronal, los banqueros, los directivos de los bancos centrales y los políticos que comparten con ellos la ideología neoliberal.
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* DOCE SEÑALES PARA UNA NUEVA ETAPA. Se acaba el año, se acaba la IX Legislatura y es casi seguro que se acaba una era. Tras el gran lujo de cambiar de gobierno vía elecciones parlamentarias, lujo que le ha sido negado a italianos y griegos, el país enfrenta una nueva etapa política, económica, social y ambiental. ¿Caminaremos hacia la sostenibilidad o nos alejaremos de ella? Es pronto para decirlo, pero no lo es para listar doce señales del mundo futuro próximo. Aunque algunos ven sombrías perspectivas, lo cierto es que la Megacrisis no tiene por qué acabar necesariamente en un mundo sin civilización tiranizado por la familia Mercados.
1. Llegará el “pico del coche”. El coche era el gran símbolo de la libertad individual antaño, pero ahora hace un miserable papel, propenso a los accidentes mortales y continuamente atrapado en el atasco. Ya existen muchas soluciones para el transporte cotidiano intermedias entre el transporte publico y el privado, desde microbuses a la demanda a coches compartidos, pasando por alquiler entre particulares, las rutas de empresa y el taxi de toda la vida. Todas ellas, sin contar la bicicleta, serán más económicas que mantener un coche que apenas se usa, y que sale por un pico. El coche eléctrico encontrará por fin un nicho real de mercado (probablemente empezando por las furgonetas de reparto)  y se expandirá con rapidez, gracias a su imbatible precio de combustible por km recorrido.
2. Las renovables alcanzarán la paridad completa, es decir, serán la opción más abundante, barata y segura con mucho. La autoproducción de electricidad crecerá como las setas después de la lluvia, gracias a sistemas eólicos y fotovoltaicos adaptados a cualquier

edificio. Y la fotosíntesis artificial permitirá criar biocombustibles con un alto rendimiento.
3. El derroche (de energía, de agua, de recursos en general) empezará a estar mal visto. El concepto de nuestra huella personal de carbono conocerá de nuevo un auge, la gente comentará en el bar su tamaño y se pasarán trucos para reducirlo (esto último es realmente difícil de creer, pero está a la vuelta de la esquina).
4. Pasaremos de un mundo tonto y clase G a un mundo “smart”, eficiente y clase A+++. Hasta los edificios llevarán su correspondiente etiqueta energética.  Ya existen las redes eléctricas inteligentes (smart grids), pronto habrá smart farolas, smart pavimentos, incluso smart finanzas.
5. Dispondremos de más y mejor información, gracias a los millones de ojos y oídos que configuran internet. Los “factcheckers” (verificadores de información) no dejarán piedra sin remover. Los registros oficiales del estado del medio ambiente se harán más legibles, llegando incluso a usar cuerpos de letra mayores y añadiendo ilustraciones y gráficos.
6. La ciudad perderá dureza y se hará más cómoda y vividera, gracias a la feminización del urbanismo, que incluye gran cantidad de medidas como  carriles bici, párkings herméticos para bicis, áreas prohibidas al tráfico, mejor iluminación, billetes gratuitos para escolares, menos obstáculos al tránsito, etc.
7. Las finanzas serán amarradas y vueltas a meter en el corral, tras los años que han pasado dando coces a diestro y siniestro. Se impondrán la Tasa Tobin y otros inventos parecidos, así como una economía “baja en carbono” real.
8. El ruido, al fin, será considerado como una agresión a nuestra integridad, y no solo a la de los pájaros.
9. Tiraremos menos comida, y comeremos mejor, en parte porque sabremos más del origen de nuestros alimentos, una información básica que nos ha sido negada mucho tiempo. Y nadie en su sano juicio comprará “alimentos funcionales”. La dieta mediterránea será reivindicada al fin, entre otras causas porque es más sana y más barata.
10. Las frases del estilo de “reputación estratégica corporativa de sostenibilidad orientada a los stakeholders en todos los pasos de la cadena de valor” serán consideradas como lo que son, cortinas de humo empresariales. En su lugar, se impondrá la gestión ambiental honrada y eficaz y jugosos EMAS capaces de implicar a todo el mundo, trabajadores y clientes incluidos.
11. Se darán pasos significativos hacia un mundo más entrelazado, dedicado a a anudar  todos los circuitos posibles de reciclaje de materiales, agua, y energía.
12. Cada vez más seremos conscientes de que la sostenibilidad tiene una historia de miles de años. El modelo actual, con una perspectiva temporal que no va más allá del último cierre del Dow Jones, será sustituido por una dimensión temporal más profunda.









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